Poesía abierta (3)

JUEGOS

Y qué importa que mañana
sea el fin del mundo

En un pueblo eslovaco
a los pies de una gran nube
hay un hombrecillo
con bigotes amarillos
que golpea en un tambor

Por un oído sólo
lo escucha un muchacho
que va en bicicleta
por el otro oído rosa
un valle entre azules montañas

una muchacha se mira
en los espejos
colocados entre el cielo y la tierra

un hombre mesurado y una mujer
con seriedad y precisión
crean un hombre nuevo

es un sabio profesor
que ahora se asemeja
a un pequeño caballo
aunque ya en el embrión junto a la cabeza
y las extremidades se pueden descubrir:
las gafas el paraguas el título
la cátedra y la visión del mundo

Los que mejor se portan son los locos
construyen casitas para los pájaros
educan a los hijos
instalan viveros
aprenden gramática
sin embargo
las personas normales
juegan con las bombas de hidrógeno





MIEDO

Vuestro miedo es inmenso
metafísico
el mío un bajo funcionario
con una cartera

con un fichero
con un cuestionario
cuándo nací
de qué me mantengo
qué no hice
en qué no creo

qué hago aquí
cuándo dejaré de fingir
dónde iré
después




BROMA PATÉTICA

No a los descendientes
pues no tiene sentido
puede que sean monstruos
la alta comisión
advierte con claridad
a las potencias
tronos y estados mayores
que vendrán monstruos
sin cerebro

así que no a los descendientes
sino a esos que
en este preciso momento
se reproducen
con los ojos cerrados

no a los descendientes
dirijo estas palabras

Hablo a los políticos
que no me leen
hablo a los obispos
que no me leen
hablo a los generales
que no me leen
hablo a la así llamada "gente sencilla"
que no me lee

hablaré para todos
los que no me leen
no me escuchan no me conocen
no me necesitan
Ellos no me necesitan
pero yo a ellos sí




ESTUVE ESCRIBIENDO

Estuve escribiendo
un momento o una hora

sentía ira
mudo
me senté junto a mí
los ojos se me empañaron de las lágrimas
llevaba escribiendo mucho tiempo
de repente me di cuenta
de que no tengo la pluma en la mano