Vida y andanzas de Alphonse Kauders

Alphonse Kauders era hijo único de su padre, maestro de escuela. Lo encerraron en un manicomio tras haber intentado abusar de siete niñas de siete años al mismo tiempo. Padre, maestro.

Alphonse Kauders dijo al doctor Joseph Goebbels: "Escribir es una empresa inútil. Es como si firmáramos cada molécula de gas, pongamos por caso, o de aire, que -como todos sabemos- es invisible. Aunque el aire, o el gas firmado, es más fácil de inhalar."
El doctor Joseph Goebbels contestó: "Bueno, mira, eso depende del gas."

Alphonse Kauders era el dueño del revólver con que asesinaron al rey Alejandro de Yugoslavia.

Una de las siete mujeres de Alphonse Kauders tuvo un tumor tan grande como un niño de tres años.

Alphonse Kauders dijo: "La gente es tan fea que tendrían que suprimir la obligación de llevar la foto en el carné de identidad. O al menos, en el carné del Partido."

Alphonse Kauders deseaba, apasionadamente, crear una biblioteca de literatura pornográfica. Albergaba en la cabeza 3 700 libros pornográficos. Revistas aparte.

Alphonse Kauders, un buen día, tuvo que andar siete días a gatas, porque le habían picado setenta y siete avispas en el pene.

Alphonse Kauders dijo a Hitler en Munich, mientras trasegaban la séptima jarra de cerveza: "Joder, yo siempre la tengo dura cuando hace falta. Y siempre hace falta."