2/12/2009

Un hombre se me viene cayendo por la sangre

a mona la vampira
y a Adriana que piensa tatuarse uno de estos poemas
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MECANISMOS


Para entreabrir a el árbol
hay que cerrar el viento.
Para entreabir al sueño
hay que cerrar el día.
Para entreabir al mundo
hay que cerrar la bomba.
Para entreabrir las manos
hay que cerrar pañuelos.
Para entreabrir al niño
hay que cerrar al hombre.
Para entreabrir al mar
hay que cerrar ciudades.
Para entreabrir la boca
hay que cerrar los ojos.

SUCESO VIII

A veces soy la voz del otro lado del teléfono,
a veces un aliento,
una ciudad enorme donte te encuentro a veces,
por supuesto una fecha,
un saludo que cruza el cielo velozmente,
dos ojos que te miran,
un café que te espera después de la llovizna,
una fotografía, una mano en tu mano
desesperadamente, una canción, etc.
Y siempre o casi siempre
nomás ese silencio,
donde solés colgar tus prendas íntimas.



NOTICIAS DE UNA MUJER CUALQUIERA

Entramos a la pieza casi sin conocernos.
Sus ojos eran pactos de ternura y violencia.
Yo la miraba todo el tiempo:
Habrá pensado en mi cansancio.
Habrá pensado "está borracho".
Habrá pensado en irse pronto.
Habrá pensado tantas cosas.

Me acerqué a sus dos manos
sin dejar de mirarla
desde mi soledad hasta su boca.
Habrá pensado en enojarse.
Habrá pensado "no es un hombre".
Habrá pensado "en qué quedamos?".
Habrá pensado tantas cosas.

Cuando entró el sol, cuando se fue.
Desde mi boca hasta su adiós,
y aún en el viaje de regreso.
Habrá pensado tantas cosas.
Habrá pensado tantas cosas.



IMÁGENES

Él tira una piedra desde la barricada
ella duerme y respira el aire de este
enero con zapatos banderas enero con
automóviles volcados y prendidos fuego y
vueltos a volcar y él tira otra piedra
desde la barricada mientras ella descansa
en el temblor de este verano de humos y
gritos y vidrios estrelládose contra los
puños y vueltos a estrellarse y a romperse
y vueltos a volar y él arroja otra piedra
desde los pechos de ella que respira los
vidrios rotos de esta noche de enero
interminable.



suena
un tiro en la noche: el poeta
ya
no
duerme*



RECUERDO

Ayer,
es una casa
que se quedó sin puertas.



ENSAYO SOBRE LA HONESTIDAD POÉTICA

No es que los poetas mientan,
es que los mentirosos
quieren hacer poesía.



Ya no habrá días negros como tormentas o suicidios
ni azules
como las camisas de los ferroviarios de este pueblo
ni marrones como los días de cara a la pared
ni blancos como la tregua o el silencio
ni verdes como el aliento de los niños a la salida de la lluvia


si cierro los ojos
un caballo agoniza contra el cielo de sal



ÚLTIMO MOMENTO

Distintas informaciones recibidas hoy de
fuentes extraoficiales, indicarían
un acercamiento entre tu corazón y el mío.
Dichos voceros señalan,
una cuestión de piel irremediable.
Los observadores estiman que te amo.


GALERÍA DE COSAS INÚTILES

El viejo león del circo no distingue
entre un ruido cualquiera y un aplauso cerrado.
Para él, todos son ruidos.
Para él, todos los hombres son payasos.



EJERCICIO

Dar en el blanco: bien.
Acertar, atinar, justo en el centro: bien.
Entre una ceja y otra.
Hacer centro: bien, bien.
Dar en el clavo, restallar,
pero con un muñón.



UNIVERSO

El poeta, como el cazador pobre,
a lo que salga.
Baldomero Fernández Moreno

El domador que mete su cabeza dentro de la boca
del león, ¿qué busca?
¿La lástima del público?
¿Busca su propia lástima?

El poeta que arroja su anzuelo en la garganta de la Sordomuda, ¿qué busca?
¿La lástima del público?
¿Que tenga lástima la Sordomuda?
¿Busca su propia lástima?

Y el público, ¿está loco? ¿por qué aplaude?


Hoy la tarde sobre Ingeniero White es suave como mi abuelo peinándome de niño.



EL ROCK DE LA CÁRCEL

Ella pone la radio a todo volumen cuando intento escribir,
cuando quiero dormir,
ella baila en el piso de arriba.
Baja las escaleras con fuerte zapateo,
sus hijos lloran,
sus perros ladran.
Todo el santo día hay personas que tocan a mi puerta
y por toda disculpa dicen: me equivoqué de puerta.
Ahora sube las escaleras corriendo, da un portazo en su cuarto y discute a gritos.
Sus hijos ladran,
sus perros lloran.
Con ella el vecindario es mucho más que una riña de gallos en el techo,
mucho peor que una explosión adentro de la almohada.
Un día respiré profundo, subí las escaleras,
me atendió un hombre que estaba agonizando,
dije tímidamente, me equivoqué de puerta,
mis hijos lloran,
mis perros ladran.
Ella tiene la radio a todo volumen cuando intento escribir,
cuando quiero dormir,
ella baila en el piso de arriba.
Hace años que mi único deseo es cruzarme con ella en la escalera,
y decirle a la cara: ¡me voy!
y rociarla con nafta,
y apagar mi cigarro en su vestido rojo.



MANUAL DE CONVIVENCIA

Mis vecinos son sanos,
tienen el paso elástico y recortan el césped los domingos.
pero yo no conozco a mis vecinos.

Tengo mi casa aquí,
pinté verde la verja, la pared blanca,
pero no los conozco.
Los supongo educados,
Eso se ve en el moño que corona sus bolsas de basura.

Mis vecinos son sanos,
tienen un perro largo que arrastra las orejas,
y un jardín de candados.

Tengo mi casa aquí, puse una piedra, planté una veranera,
pero no los conozco.
Cada mañana escucho el golpe del periódico contra sus puertas de metal.

Estoy viendo mi casa. Si le prendiera fuego,
un curioso quizá se acercaría.
Pienso en mi casa, tal vez si la quemara
este barrio sería más amable.



ALEJANDRA PIZARNIK ABRE SU CUADERNO DE APUNTES

El hombre que saca la cabeza del agua,
es un pez que se asfixia.
El pez que mete la cabeza en el agua,
es un hombre y se ahoga.

El poeta escribe en la línea del agua,
y se asfixia,
y se ahoga.




* versos de Rafael Góchez Sosa


Jorge Boccanera, Servicios de insomnio. Visor, 2005.

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