8/08/2017
Intransitable. José Kozer.
Acta matrimonial
Guadalupe, escúchalo a José: todo
amador
es triste cabro.
A mí me tiembla el tabaco
en la comisura histórica y sensual
de los judíos.
Tiembla, tu óvalo magistral.
Tomo por esposa, alianza, unidos en
matrimonio,
Guadalupe Barrenechea Vega,
hasta que la muerta venga desde afuera.
Y en rico ritmo sacrosanto.
Noción de José Kozer
No es el hijo ni del lobo ni de la cordera, de ahí
su sentido de la organización.
"Acabo de contar 28 gaviotas rumbo a poniente."
No es capaz de bajar las
escaleras corriendo como
si hubiera visto un alma
en pena para comunicar
a su mujer Guadalupe la
noticia: 28 gaviotas le
recuerdan la fecha de
su nacimiento, se retiene,
algo sombrío y que no remite de pronto lo apremia.
Pero pasa a la diversidad, ahí se zafa: cierto que
está a merced de la
literatura pero quién
no.
Graneros, kvas, Pushkin, Levín: no hay novela del
siglo XIX que por uno
u otro motivo no le
impresione.
Impresionable: las manzanas lo dejan boquiabierto.
Mucho más, el azul.
Su ambición es una: todo el vocabulario.
Describir el uniforme del teniente primero de
húsares, la ambientación
de un rostro en una casa
con establos y troikas,
olor dulcísimo a boñiga
de los caballos.
Los vuelos y las telas (bromas) de los vestidos de
Mademoiselle Kaushanska.
Quizás, sus lecturas no han sido del todo inútiles: ha
dejado de pensar en aquella
reina suprema de las tablas
aún sin historiar, la actriz
Olga Isaamovna en cuyo
amor, ocho años, jamás
hallara un pañuelo ni un
parasol.
La noche de la separación encontró en la sala u n
zapato, una boquilla.
Noche de bodas.
Podía haber escrito una novela: sin embargo, otras
son las escenas que
ahora le atraen.
Así, para 1974 (homenaje a Guadalupe) recompuso
como en un juego de bujías
y de tarjetas postales sus
primeras contemplaciones
habaneras.
Mi signo astrológico, Aries
Mi signo astrológico, Aries.
Lo cual explica que le dije te amo a
una ninfa
y me costó más de mil dólares a plazos.
También implica un ligero fallo
matrimonial,
que ahora me cuesta de por vida,
a razón de ciento cincuenta dólares
mensuales.
Todo lo cual, computado un número
tras otro
por irremisible operación artimética,
da que mi signo astrológico es Aries,
y mi horóscopo es quedarme en casa,
único sistema de ahorro.
Presentación de la niña Mía Kozer en la mirada de su padre
Papá
olía a mujeres
a pájaros
a trinos.
Era intransitable.
José Kozer
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