1/07/2014

The incredible Shrinking Man













A mi primera esposa le dije que me fascinaban los desiertos aunque me horrorizara vivir en ellos,
que un estacionamiento para cinco mil autos es un paradigma de la belleza sólo antes de ser abierto al público,
y que mi hobby era coleccionar crucigramas pero no llenarlos; plastificarlos; sí, pero dejarlos siempre en blanco.

A mi segunda esposa le dije que el silencio es el regalo perfecto-
universal, maleable a toda ocasión, y más noble que la mejor madera.

A mi tercera esposa le dije, cierra ya la boca.








1 comentario:

Manuel Marcos dijo...

Excepcional, Eduardo Padilla.