12/18/2013

Teoría de la catástrofe iv













Hay múltiples versiones. En una,
la ensalada de huevo se echa a perder, en otra -el bebé, el agua
de la bañera. En otra, reciente, corriendo, saludando,
aves de corral, y polainas para ocultar la ausencia de calcetines.
Los calcetines habían sido guardados
para fabricar títeres.

En la más reciente, el tren es un chú-chú.
Dócil y amistoso. Sabemos que no es eso pero eso es lo que queremos
creer. En esta también se insinúan
un cerco y lavanda, que representarán
algo más que una violenta resistencia a la razón.
También se habla 

de tinta derramada pero que sigue
en sus contornos. Algo, en una palabra, controlado.

¿Qué tan catastrófico podría ser?
Claramente, a la teoría no le faltan contratiempos-
especialmente a lo largo del horizonte.
Y hay partes sin resolver

en cuadrante inferior derecho.
Un sitio que es sensible
al tacto. Lo que no ves, lo puedes sentir.
Puedes, en una palabra, suponer
que en el fondo de esa profundidad sin fondo,
la banda tocará maravillosamente, con una partitura

nada fácil de encontrar, la famosa "Un Buen Día"-
en la cual la torre de vigilancia se convierte
en un guardavidas bajo una sombrilla alejada de la playa
y siete gansos se levantan desde las cenizas
como halcones avanzando y girando mientras la luna cae
y la noche desaparece.





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