11/14/2013

10 000 cafés
















Ya no te quiero, pequeña
ahora amo a los caballos.

Mañana amaré a las islas
y pasado será alguna ave.

(Tal vez en tres años
te vuelva a amar).

Y luego serán las vacas
pintas y luego serán
los minerales -tú sabes, el
cobre, el hierro, el-
y luego serán las ciudades
(alguna que otra jirafa)
y luego los puentes.

Antes un arcoíris que amarte, pequeña,
ya no te quiero
ahora amo a una mujer
que disuelve sus cuerpos
en las lluvias del otoño
iluminada/anudada/inundada
por el neón brillante
del poste de alumbrado público.

(Oh pequeña)
ya no (te quiero 
Oh mujer)
ya no te quiero

sólo amo a las calles que me alientan
hacia la noche mientras la noche
ya no es noche sino mar y el mar
tumba de sonámbulos océanos, licor.







10 000 cafés

En la cafetería de los 10 000 cafés
las moscas hacen una escala técnica
en su ruta hacia el próximo estiércol.
Mi fe en el año 81 es ciega.
Por ahora
abastecer de combustible a las moscas

es suficiente.





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