que hice esto o estuve
allá, sino para reunir
mi existencia
él tomó una foto de nosotros
en la lluvia, en el andén
le mostramos dónde vivían
nuestros hijos, a él le encantaba la palabra
pa'allá, saludó con la mano y dio
marcha atrás hacia el norte
es lo que pasa siempre en las estaciones
de pronto nos faltaban tiempo y palabras
llovía con más fuerza y pa'allá estaba lejos
oíamos el viento en el hueco de la escalera
oíamos el tiempo sin nosotros
la comida frugal
comemos en silencio en la mesa
bajo la lámpara; nuestras manos
como manchas blancas van y vienen,
nuestros dedos anillados juegan
negligentes con el pan familiar
ninguna alegría nada inhabitual
hay en el sonar de nuestros
cuchillos y tenedores
y claro que nada sabemos
sobre la dicha de los viajeros
en un tren vespertino
las costillas son del esqueleto
la parte más bella, hacen
pensar en alas o en una suerte
de acordeón por donde entra y sale la vida
se ven mejor
luego de la hambruna o en la fosa común
son las arrugas en la arena
cuando el mar se ha retirado
son las ramas más frágiles
de los árboles que son transportados
en camiones abiertos
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