12/14/2011

oficios






durante una época trabajé en
una funeraria mi trabajo
consistía en conducir ataúdes a la
casa de los muertos para que allí
los ocupara siguiendo respetuosamente las
leyes de la descomposición
yo cantaba al volante del negro furgón y eso era
mi particular manera de estar integrado a la liturgia
yo era joven y entraba silbando a la
casa del difunto
y hasta me daban propinas y muchas gracias muchacho
por andar alegremente vivo y por
habernos hecho comprender súbitamente
que un muerto es la carga
más abstracta que pueda concebirse

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