11/08/2011

no creo que en la eternidad abunden los perros amarillos








juan y juan: dadme la mano

este es un lugar impreciso

quizá no es un lugar

desconozco la enjundia de la luz

cerrad vuestros ojos: es peligrosa esta blancura

cuando lleguéis nos volveremos un instante o una eternidad no sé

la diferencia entre la

eternidad y el instante. no creo

que en la eternidad abunden

los perros amarillos

nos volveremos

pero no para ver lo que ya vimos había

excesiva luz bajo nuestros párpados y ya sabéis la luz

enloquece

en nuestra situación yo me pregunto:

qué hacer para no hacer. no sé

pero acercaos quiero

oír vuestro corazón es decir el gemido

de vuestro corazón

extraño corazón sistólico el entregado a

la veleidad de su aneurisma y

a la perversión de las sustancias (hablo

naturalmente de

las sustancias clandestinas)

fue mucha

carga en nuestro corazón: demasiados

nudos cordeles anudando viernes

acero desvaríos

no

estaba solo nuestro corazón: la cólera

envejecía en el hígado

un animal dormía en nuestras llagas y

a veces se adentraba suavemente en

el pensamiento vacío

por otra parte recuerdo

que había música en nuestras venas. ¿quién

en nosotros urdía

un arpa viviente?

qué bella y cornuda fue

nuestra existencia quiero

decir

nuestra agonía

juan

y juan:

¿habrán venido

aquellas madres? digo las madres

y su mirada incandescente. digo

sus manos abrasadas por

la lejía y el llanto. digo

sus uñas rojas desgarrando el rostro

de los comandantes bufidos

vosotros

aun siendo tarde ¿recordaréis la inmensa

hembra carnal su levadura su

tempestad de oro?

¿pero qué estoy diciendo? perdonadme. estaba

en un desvarío. iba

a preguntaros por el ruiseñor nocturno por su antigua música

girando lentamente en torno a nuestros ahorcados

¿veis

aún su córnea palpitando en

la hojarasca el cuajarón de púrpura

enrojeciendo los henares?

¿veis

la geometría calcinada de

los apendes y las tumbas?

¿ya

está resuelta la ecuación undécima

de la tortura?

bien:

dadme un cuchillo. voy a decir adiós. adiós amando

en la demencia universal

dadme un cuchillo

quiero verme

en el acero. nada más.

vosotros

¿no queréis un cuchillo?

¡ah la demencia

universal tan circunstante

como ser y no ser!

pronto: extraed

del hierro y del amor la raíz cónica

de la indiferencia:

“- ser

y no ser:

la gallina”

¡gloria

a la gallina atormentada! dios

salve a la gallina.

dios

no se entera. ved: arde

la adivinanza indiferente con

la gallina dentro.

no es justo.

en mi opinión somos nosotros

quienes habríamos de arder y por cojones

celebrar ya la inexistencia

juan

y juan: dadme la mano abrid

la última puerta. ved:

la eternidad está vacía

vamos

ya al después del nunca:

no

hay perros amarillos

no

hay tampoco esperanza

ni dolor. jamás es viernes

ya os lo he dicho: siempre es

el después del nunca

vamos

cerrad los ojos. aún

es peligrosa la blancura







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