crecer para adentro
mamá perdió un hijo.
supuse que los doctores lo encontraron
cuando lo vi en un frasco con alcohol.
yo tenía pocos años y sed.
me gustaba desarmar radios y hormigas.
copiar ilustraciones de libros viejos.
mi abuelo leía la biblia
en el cuarto al fondo de la casa.
yo era un jinete cósmico
en la copa de un árbol de cas.
dios dormía sobre mi cabeza.
estreñido y con un pajarraco siniestro.
una madrugada empapado en sudor lo insulté.
porque no quería morir nunca.
crecí luego contra mi voluntad.
con la nariz materna y desconfiado.
atravesé la adolescencia
como quien cruza un callejón oscuro.
un niño que sueña con la muerte.
es el hombre que habla solo.
y no se contesta.
mi abuelo se fue flaco y por partes.
musitando versículos del apocalipsis.
mamá a veces se encierra en su habitación.
a pensar en dónde estará su hijo bueno.
el que apaga la luz
salgo del bar de siempre
y entro a una ciudad desconocida.
camino por una avenida sin nombre.
el eco de mis pasos cada vez más débil.
como si mi sombra tomara otro rumbo.
en una cabina telefónica.
dos mujeres se besan
con más convicción que manos.
allí mismo empiezo a olvidar un rostro.
mientras las veo desaparecer
tras el vapor de los cristales.
a la distancia un camión se detiene.
y se ocupa de asuntos misteriosos.
como todo lo que puede suceder a las tres a.m.
esta ciudad es una casa vieja
a la que entro por primera vez.
los niños tiran piedras a sus ventanas.
las señoras pasan por el frente y se persignan.
ningún perro duerme en su portal.
el sonido vuelve a mis pasos.
el camión se marcha sigilosamente.
los semáforos duermen como un corazón.
como el corazón de una ciudad
donde el amor es un acto sospechoso.
y la sombra aprende a caminar por su cuenta
desnudos
el espejo detrás de la barra
devuelve rostros exagerados.
como si fuera uno de feria.
por una ficha o dos tragos.
jaramillo se saca un cuervo del pecho.
cada quien viene por su cuenta.
cada quien paga la suya.
es lunes de pared a pared.
dos por uno de siete a doce.
una mujer abre las piernas bajo la mesa.
y no es una mujer.
un tipo revuelve con violencia
los bolsillos de su saco.
y encuentra el cigarro que lo salva del suicidio.
en el baño. envuelto en un olor casi duro.
alguien calienta una cuchara
para aturdir a la soledad.
éste es uno de esos lugares benditos.
donde la realidad deja de ser imaginaria
28
lavé la ropa. vi plaza sésamo
desde el quinto piso
el trajín parece silencioso y fluido.
como un dedo deslizándose sobre el agua quieta.
probablemente alguien cumple años también.
pero nadie escucha a keith jarrett.
ni acaba de cortarse las uñas
en este apartamento que se tambalea en un pie.
estrené un jabón de baño. una toalla.
al tipo que espiaba
a través del espejo empañado.
casi sin mirarlo dije:
..........................felicidades
no será que la poesía es esas sillas desiertas.
el tipo que bosteza en la mesa del fondo.
el autobús que hay que alcanzar lanzándosele en frente.
cualquiera
no sabe el nombre de la mayoría de las flores.
olvida el de los héroes épicos.
confunde olímpicamente la genealogía mitológica.
habilidad nula para la música. torpe para el color.
no distingue aromas.
y tiene un gusto más bien ordinario.
pero ciertas imágenes vuelven y vuelven.
como si las sacara por la puerta
y regresaran por la ventana:
una noche que atraviesa paredes.
alguien toca piano en un cuarto vecino.
una mujer habla sola en un rincón.
entonces. escribe para contradecirse
el viudo o hasta que los huevos nos separen
cansada de ordenar latas de garbanzos.
de caer dormida sobre torres de calzoncillos.
de julio iglesias inmortalizado en la radio del vecino.
ella mira su reflejo en la ventana.
se manosea las tetas. toca sus ganas de vivir.
y comprobando que ambos
guardan la rigidez reglamentaria.
le saca chispas a los tacones.
suelta la música de su pelo.
................sale de la casa.
como quien entra al mundo pateando puertas.
y con un revólver en la mano
lo que puedo ver
la mujer de abajo no tiende la ropa.
ni recibe con su casa fresca al lechero.
seguramente no piensa en botticelli,
cuando. desnuda frente al espejo.
su mirada pasa lista de asistencia a la carne.
no llora lágrimas de cebolla.
en los alambres de su patio
se secan los vellos púbicos de la noche.
....................abre la puerta
para dar aire fresco a sus caderas.
amplias como mi ventana
cuando son las nueve y ella sale a pasear
.............con sus fuegos apretados.
anoche vi dos niños rondando su jardín.
luego corrían asustados por la luz repentinta.
...........................y ya no eran tan niños.
llevaban en sus ojos la baba inquieta del deseo.
la mujer de abajo no me conoce.
aunque sabe que en esta habitación.
papel y lápiz en mano.
alguien espera diariamente las nueve.
...............para inventarla
poema contra mí mismo
unos creen que basta una lectura de virgilio.
.......................o de otros clásicos.
y publican versos dignos de mención.
el único virgilio que conozco es mi tío.
tiene el hígado del tamaño de una cuarta de vodka.
................su vida es poesía de la buena.
los hay que hablan de sus amadas
como si tuvieran cubos de hielo en la boca.
las llevan a sus recitales.
..........hacen versos con trompitas.
..........suspiran y cierran los ojos.
momento que aprovechan sus exvírgenes.
para celebrar bajo el mantel
mi versión mejorada del papanicolau.
ahora los poetas macrobióticos.
a pocos meses del dos mil.
prometen el reino vegetal del más allá.
...................mi vecina de acá
usa lentes oscuros de noche.
para esconder el color berenjena de sus párpados.
todos tratan a la poesía como una anciana.
son solemnes. hablan en voz baja.
...................con uñas correctas.
la poesía no es un oficio. es una desgracia.
más bien una deformación del pensamiento.
es como el padre que a escondidas
mete las narices en la ropa íntima de su hija.
la poesía moja el colchón.
y en las páginas del diccionario
..............de la real academia.
escribe el teléfono de la esposa
..............de su mejor amigo.
el poeta hurga en su corazón
como quien busca pan en la basura.
el poesta escribe y le crece nariz
luis chaves
los
animales
que
imaginamos
1 comentario:
no mames . . . necesitaba leer algo asi
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