el señor roca
el váter está ardiendo,
la casa apesta a colonia nenuco
y mamá no deja de gritar desde la cocina que
esta noche nos haremos los dos pipí en la cama.
mamá lo deja todo para chillarnos,
quiere hacernos creer que está muy enfadada
pero conserva la media sonrisa de cuando
vio a Manuel tostando un trocito de pan
en nuestra improvisada barbacoa.
el váter está ardiendo,
la casa apesta a colonia nenuco
y mamá no deja de gritar desde la cocina que
esta noche nos haremos los dos pipí en la cama.
mamá lo deja todo para chillarnos,
quiere hacernos creer que está muy enfadada
pero conserva la media sonrisa de cuando
vio a Manuel tostando un trocito de pan
en nuestra improvisada barbacoa.
los diez mandamientos
yo que amé más a Dios que cualquier cosa
si el chocolate con galleta y caramelo –twix- no cuenta,
yo que nunca idolatré a ningún otro cuando
descubrí que no existían los príncipes azules,
yo que nunca usé el nombre de dios en vano
si el chiste no lo requería,
yo que no me perdí ni una fiesta y
de esto es testigo Alfonso
yo que nunca le falté a mis padres
el día de la paga –muy puntual yo-,
yo que nunca asesiné a nadie con palabras,
ni en sueños, ni con la mirada…
bueno, ¡sin pasarse!
yo que nunca tuve malos pensamientos
hasta que supe lo que eran,
yo que nunca sustraje accidentalmente
ningún bien material de galerías preciados
o cualquier otra superficie comercial
-todos-fueron-sólo-despistes-
yo que nunca dije una sola mentira
porque no hay dos sin tres: menos uno,
yo que nunca envidié a nadie,
a nadie que no tuviese novio con coche,
uo, así me veo: amando a todo dios sobre cualquier cosa
y al próximo, mañana mismo.
el bar litri
el bar litri es el restaurante de los pobres,
eso ha dicho mi profesor de matemáticas.
nosotros vamos algunos domingos
y los días de cumpleaños,
comemos rápido –mis hermanos y yo-
para que nos de tiempo a ver la peli del oeste.
papá se pone corbata y mamá nos
viste con la ropa de ir a misa.
en mi casa lo llamamos el bar del huevos,
-no sé muy bien por qué-
yo creo que porque la gente
come con la boca abierta –como si
tuviera dos huevos en la boca.
y todo el mundo se ríe mucho,
-se miran y se ríen-
de sus barbillas aceitosas
y sus ojos rojos de vino blanco de barril.
el bar litri es el restaurante de los pobres,
eso ha dicho mi profesor de matemáticas.
nosotros vamos algunos domingos
y los días de cumpleaños,
comemos rápido –mis hermanos y yo-
para que nos de tiempo a ver la peli del oeste.
papá se pone corbata y mamá nos
viste con la ropa de ir a misa.
en mi casa lo llamamos el bar del huevos,
-no sé muy bien por qué-
yo creo que porque la gente
come con la boca abierta –como si
tuviera dos huevos en la boca.
y todo el mundo se ríe mucho,
-se miran y se ríen-
de sus barbillas aceitosas
y sus ojos rojos de vino blanco de barril.
la mudanza
primero quise ser un cisne –pasaba minutos y
minutos ensayando frente al espejo del salón.
ayer supe que quise ser la mujer del tiempo:
“será la primera vez que vean ustedes la nieve en córdoba”.
incluso creo que una vez ojeé vuelos para zimbawe y otra
un manual de doctrina marxista -¿o de reponedora del súper?
el caso es que en lo que nunca pensé fue en ser niña.
minutos ensayando frente al espejo del salón.
ayer supe que quise ser la mujer del tiempo:
“será la primera vez que vean ustedes la nieve en córdoba”.
incluso creo que una vez ojeé vuelos para zimbawe y otra
un manual de doctrina marxista -¿o de reponedora del súper?
el caso es que en lo que nunca pensé fue en ser niña.
Bisuria
(me has pedido que juguemos a hacer el amor)
traigo vino.
decido buscar un sacacorchos mientras
das una vuelta por esta casa.
déjame un rastro de ropa para que no te pierda.
(me bajo las bragas en un cuarto cualquiera
y las dejo en la mesilla de noche,
bajo un flexo azul.
noto cómo la luz las calienta
y retiro la mano antes de quemarme.
al fin has aparecido con un vaso
-hasta arriba de agua-
que dejas junto a mis bragitas)
te examino desde los muslos.
me haces cosquillas.
me detienes en el pecho y cuando llego
a los labios te sonríes y pienso:
tu boca es como la de un personaje de comic.
te he tumbado sobre la colcha.
te rodeo con los brazos.
tienes las manos frías.
y recuerdo el cuento de un hombre que nunca
quiso a las mujeres.
pequeña, pareces una golosina con esas chapetas.
(de vez en cuando, dejo de escuchar tu historia,
juego a darte ventaja,
prefiero que pienses cualquier cosa de mí…
no sé si sus padres
están en la habitación de al lado.
… que ignores que me aterra,
estar así con alguien que no sea yo)
(me has pedido que juguemos a hacer el amor)
traigo vino.
decido buscar un sacacorchos mientras
das una vuelta por esta casa.
déjame un rastro de ropa para que no te pierda.
(me bajo las bragas en un cuarto cualquiera
y las dejo en la mesilla de noche,
bajo un flexo azul.
noto cómo la luz las calienta
y retiro la mano antes de quemarme.
al fin has aparecido con un vaso
-hasta arriba de agua-
que dejas junto a mis bragitas)
te examino desde los muslos.
me haces cosquillas.
me detienes en el pecho y cuando llego
a los labios te sonríes y pienso:
tu boca es como la de un personaje de comic.
te he tumbado sobre la colcha.
te rodeo con los brazos.
tienes las manos frías.
y recuerdo el cuento de un hombre que nunca
quiso a las mujeres.
pequeña, pareces una golosina con esas chapetas.
(de vez en cuando, dejo de escuchar tu historia,
juego a darte ventaja,
prefiero que pienses cualquier cosa de mí…
no sé si sus padres
están en la habitación de al lado.
… que ignores que me aterra,
estar así con alguien que no sea yo)
conflicto de decencia
mi prima Eva se casó hace cinco años,
mi prima María se casará este domingo.
a las dos les he hecho la cama y
he comido de sus mismos platos,
incluso he cagado en el mismo váter
(más en el de eva).
imagino que esto nada tiene que ver con la virginidad.
mi prima Eva se casó hace cinco años,
mi prima María se casará este domingo.
a las dos les he hecho la cama y
he comido de sus mismos platos,
incluso he cagado en el mismo váter
(más en el de eva).
imagino que esto nada tiene que ver con la virginidad.
manifiesto de usuario a usuario: “no somos sardinas”
disculpe señora sufro de codofobia.
cuando su codo se ubica en mi riñón izquierdo,
comienzan a sudarme los pelillos de la nariz,
siento la necesidad de remover mis brazos
con movimientos circulares próximos a usted
y de escupir el ojo que quizás le confisqué
en un descuido.
como ve, no es nada grave,
la medicina sólo recomienda reposo.
disculpe señora sufro de codofobia.
cuando su codo se ubica en mi riñón izquierdo,
comienzan a sudarme los pelillos de la nariz,
siento la necesidad de remover mis brazos
con movimientos circulares próximos a usted
y de escupir el ojo que quizás le confisqué
en un descuido.
como ve, no es nada grave,
la medicina sólo recomienda reposo.
tschüss
en su despedida plantó
muñequitos de mazapán.
en su despedida plantó
muñequitos de mazapán.
dying in the sun
con los ojos cerrados todo es distinto…
y me encanta mirarte con los ojos cerrados
porque es entonces cuando estás cerca,
cuando en la ducha secas mi cuerpo con suspiros
y nuestro reflejo inunda la mampara.
me encanta mirarte con los ojos cerrados
como un niño en los ochenta observa la tele en color.
me encanta porque de ojos abiertos
tú y yo estamos -------- en blanco y negro.
zona cero
cuando los donettes rayados me resulten indigestos,
cuando deje de buscar pestañas de doce centímetros,
cicatrices en labios y barbillas.
cuando tu cara no se confunda con otras en la parte
con los ojos cerrados todo es distinto…
y me encanta mirarte con los ojos cerrados
porque es entonces cuando estás cerca,
cuando en la ducha secas mi cuerpo con suspiros
y nuestro reflejo inunda la mampara.
me encanta mirarte con los ojos cerrados
como un niño en los ochenta observa la tele en color.
me encanta porque de ojos abiertos
tú y yo estamos -------- en blanco y negro.
zona cero
cuando los donettes rayados me resulten indigestos,
cuando deje de buscar pestañas de doce centímetros,
cicatrices en labios y barbillas.
cuando tu cara no se confunda con otras en la parte
trasera
-de un coche-
o no chirrién mis pómulos al entrar en la estación.
cuando mis amantes dejen de ser
Richard Gere y un petit suisse de nata
-cuando ya no te hable-
seguro
se me habrá enfriado el café
-de un coche-
o no chirrién mis pómulos al entrar en la estación.
cuando mis amantes dejen de ser
Richard Gere y un petit suisse de nata
-cuando ya no te hable-
seguro
se me habrá enfriado el café
sin título
si el segundero me hubiese valido de algo
ten por seguro que me habría deshecho
de ti por la ventanilla del tren
dos paradas antes
si el segundero me hubiese valido de algo
ten por seguro que me habría deshecho
de ti por la ventanilla del tren
dos paradas antes
alejandra vanessa, colegio de monjas. dvd, 2005.
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