8/13/2008


1

Todo el mundo sabe que escribir es haber muerto. Sólo la muerte pasa la vida a limpio y a esa distancia es capaz de reescribirla.


2

Año 2054. Mis nietos están explorando el desván de mi casa. Descubren una carta fechada en el 2004 y un CD-ROM. La carta dice que ese disco CD-ROM que tienen entre sus manos contiene un documento en el que se da la clave para heredar mi fortuna. Mis nietos tiene una viva curiosidad por leer el CD, pero jamás han visto uno salvo en las viejas películas. Aún cuando localizaran un lector de discos adecuado ¿cómo lograrían hacer fuincionar los programas necesarios para la interpretación del disco? ¿Cómo podrían leer mi anticuado documento digital? Dentro de 50 años lo único directamente legible será la carta.


3

Cuando le sugirieron que era el momento de perparar una presentación a los medios, lo pensó una sola noche y decidió que no, que no le interesaba esa forma de llegar a la gente, que quería llevar a cabo un experimento literario. Hannah había leído muchos textos de arte conceptual, de hecho, la atracción que había sentido por los artistas agrupados en torno al movimiento del arte conceptual norteamericano de los 60, Graham, Smithson, Long, Amat, y otros, era lo que incialmente la había animado a dedicarse a la programación informática, disciplina que veía como herramienta del arte futuro y, por supuesto conceptual por derecho propio. Esos artistas se iban a un campo, pintaban una línea blanca atravesándolo y lo titulaban Escultura, o se iban a unas bocas de desagüe de alcantarillado que expulsan al mar, les hacían una foto, y la titulaban Monumento De Una Fuente, y cosas así. Así, la idea de Hannah fue la siguiente: los 2.000 ejemplares de New Directions los dedicó uno por uno, de su puño y letra, a un receptor desconocido: "A quien lo haya enocntrado. AHora, si quieres, ya puedes tirarlo. Afectuosamente, la autora, Hannah", después en sucesivas semanas, de día y de noche, los iba tirando por la calle, en las aceras, debajo de los coches, o los dejaba en las estaciones de metro, autobús, o aeropuertos, acción que desarrolló durante 3 meses.


4

No existe espacio si no existe luz.l No es posible pensar el mundo sin pensar la luz (lo dijo Heráclito, lo dijo Einstein, lo dijo el Equipo-A en el capítulo 237, lo dijeron tantos). Y sin embargo dentro de cada cuerpo todo es oscuridad, zonas del Universo a las que la luz jamás tocará, y si lo hace es porque está enfermo o descompuesto. Asusta pensar que existes porque existe en ti esa muerte, esa noche para siempre. Asusta pensar que un PC está más vivo que tú, que adentro es todo luz.

5

Primero fue el acero, luego el vidrio, después otros metales y aleaciones, y hoy los vidrios más especializados. Pero todos estos materiales modernos tienen comportamientos totalmente diferentes y responden a las acciones térmicas y mecánicas con cambios dimensionales que son mucho más importantes que en los materiales tradicionales. En un edificio formado por elementos tan heterogéneos esos movimientos serán muy importantes y variados. Por ello, la relación (y unión) entre piezas se hace cada vez más difícil. Hace 30 años la respuesta universal a esos problemas era la silicona y en general los sellados elásticos. Se sellaban todas las uniones, incluso entre elementos estructurales. La inmensa confianza en esa panacea llevó a excesos de todo tipo: sellados exteriores que sometidos a la acción de los rayos ultravioleta aceleraban su envejecimiento, etc. Tras esos años de inmensa confianza en un producto con el que se querían suplir las deficiencias en la concepción del proyecto, la silicona sufrió importantes fracasos y se convirtió en un símbolo de la chapuza constructiva. (Ignacio Aparicio, La alta construcción, Espasa, 2002.) O, "A propósito de la novela".


Agustín Fernández Mallo, Nocilla Dream. Cadaya, 2007.




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