5/22/2008

Nadie va más allá del final de las vías o del extremo de los muelles


Hay en las cosas una tendencia al silencio
se manifiesta sobre todo cuando crece
el ruido en torno a ellas, ejemplo:
composición típica de un Light Refresco,

valor energético.............................. 0.0 Kcal
proteínas........................................ 0.0 g
hidratos de carbono......................... 0.0 g
grasas............................................. 0.0 g, me valgo de
este ejemplo para [de paso] demostrar
que hay cosas que, existiendo, no existen.
Quizá la menos borrosa
esencia de lo sagrado.


[Mientras en los mulles numeran la marea en decimales]







Tengo sueños de cemento,
quiero decir, sueño con cemento.
Mineral de cerebro.
Mineral de silencio.
Hubo otro Big-Bang
antes del Big-Bang
Me recuerdo en su luz
que no entra.








Los Panero son los Dalton
en un western que no existe.









Bienaventurados quienes cultivan
en las grietas sin fondo de los mapas.
Cuando toque rendir cuentas
no podrán ser llamados.









el aristócrata ocioso que pasea por la casa y mira termómetros
el adolescente que apaga el videojuego y le ejecuta Game over a su familia con una katana
el deficiente a quien le asignan la tarea de comprobar diariamente la exactitud del reloj que nunca falla
el skin que terminará frecuentando la sección Automóvil de Pryca sin punkis a los que dar palizas
el punki que terminará sus días en chándal y peinando hijos
los fantasmas que vagan por las casas tras un fin de saga
el magrebí cuyo futuro ya se ha filmado en Cowboy de medianoche
los poetas que discuten si el clon es la reencarnación de Narciso
los intelectuales que discuten si es su maldición que regresa
los naciodos ahora y, aseguran, vivirán más de cien años
las manos de la modelo descolorándose en la valla publicitaria
el fanático que aleja su casa de los cables de alta tensión y después se infla de Tigretones
la solterona que cambiaría ahora todos los noes por el de un borracho
el ingenuo que lo más sólido que se trajo de la India fue su adicción al caballo
el marxista que mató a Dios con la misma ansia con que ahora hojea Marie Clarie
el aprendiz de poeta que escribe versos a la dependienta de Chanel y otra abre las cartas
la madre que ama más a sus hijos que a sus propios hijos porque la maternidad es una idea
el voluntario de ONG que reparte medicinas como las misiones repartían hostias
las Rebecas de clase media que un día se vuelven locas
las Pacas de barrio que aguardan el momento de usurparle el puesto de Rebeca
el proletario que invierte en bolsa
el broker que cuando ama continúa siendo broker


se vive con la débil intuición
de lo que podría haber sido la vida






Agustín Fernández Mallo, Joan Fontaine Odisea. La Poesía, Señor Hidalgo, 2005.

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