2/14/2019

La ruta de la tos. Aníbal Cristobo.













El Buey gruñidor o Buey mudo está enfermo, arde en fiebre. Mamífero bóvido proveniente de la altiplanicies de Nepal, Tíbet, Pamir y Karakórum. ¿Krakatoa? No, ni cerca. El gusto y la necesidad de mostrar lo inesperado. La poesía como una exploración de territorios, costumbres, hechos, personajes insólitos. Cristobo coloca un filtro a la realidad que le permite ser un observador del presente y en simultáneo, un cronista de viaje. Un explorador de la respiración, un hombre que traza las rutas de lo increíble. Ápax. Un traductor, coleccionista y difusor de lenguas, nudos. Un verdadero experto en pérdidas: campeón naif. Toser: la masa total de un glaciar. La poesía: sales de casa y en la esquina miras a un yak con un termómetro en el hocico. La rareza de este acontecimiento es momentánea, en seguida la hacemos parte de nuestra experiencia, de nuestra narrativa: "Un día al salir de casa encontré un yak enfermo, etc". La doble vía: el viajante que se aleja cada vez más, la necesidad de retorno. Cristobo escribe un bestiario fantásticamente real, un atlas humorístico del deliro. Lo cotidiano se convierte en aquella secuencia cinematográfica del tren: cada vagón / cada estrofa es un universo, que se conecta con otros universos en la mente del observador. Una persona mira por la ventanilla de su auto y una pequeña parte del paisaje no encaja en la continuidad. La escritura: flash, déjà vu de países que desconoces. Una broma contada en cualquier lengua extranjera a diez mil metros de profundidad. 






Hija del pastizal (backpacker version)


A veces miro y está nevando sobre un parque
industrial, sobre el perro que custodia un hotel
bombardeado, sobre las plantaciones de arroz

controladas por puestos de vigilancia que se suceden
del otro lado de la ventanilla
del autobús: y si puedo patear

debajo del asiento, y pateo, siempre espero encontrarte
dentro de mi mochila. Esa soy yo, leyendo

cómo irme, cómo fotografiarme
tomando este café con leche en otro highlight
de la carretera, en otro de mis hits
secretos. Una nota

en el diario dice: “dentro de poco
voy a llegar a un lugar igual a
éste, pero mucho

mejor; y mucho más lejano”.-





El movimiento. La obsesión por describirlo, por analizarlo sin detenerlo. Las fotografías donde se capta la velocidad de la carrera de los animales. La escritura: 3000 cortes por segundo. Phantom. No el hecho, su representación: un nuevo orden para captar su traslado. Una historia de lo que desaparece. El ruido de ese movimiento: la forma: la tensión y elasticidad en las líneas de Cristobo: máquina que produce nuevos movimientos: nuevos excedentes. La longitud y el corte de los versos añaden y reafirman el caudal de informaciones e imágenes: mapas que no dibujan territorios sino rutas de fuga, de respiraciones anómalas: tos: cadena infinita de consecuencias. La escritura es una borradura, un agujero al estilo de Marília García: una herramienta para analizar las herramientas de la propia escritura. Un loop de pensamientos. Un loop de quehaceres. Desplazar el problema de la fragmentación al de las múltiples direcciones. La inexistencia de la unidad: crecimiento. Virus: replicar la información para mutar. Agujeros negros: las perturbaciones de la velocidad y la masa. El espacio y el tiempo sin espacio ni tiempo. La sucesión de puntos: pesadilla. La escritura: uno de esos canales de youtube que presentan datos curiosos con un conductor alucinado y paranoico que le da lo mismo hablar de las extravagancias de Júpiter (el planeta, el mito, su reencarnación en los cómics) y las excentricidades anatómicas.





Esta tarde, contemplando sin interés
el incremento acumulado en mi verga, igual que un accionista
austríaco vagamente alejado de la mesa
de negociaciones, confinado a su círculo gástrico
y a cubrir la memoria con fotos de manzanos
en diversas posturas

ajeno a la posición privilegiada del glande, con su repetición
bursátil proyectando la nada

pienso a lomo de burro en los casi once mil kilómetros
de ruta loxodrómica, desde mi chullo verde
hasta la casa donde eyaculaba regularmente mi padre. A esa distancia,
ahora ya no podrá salvarla

el tiro
de ninguna corrida; ni el pulsar insistente de esta erección
podrá telegrafiar una demanda
contra el amor del hijo. Han colapsado

las líneas de navegación: viene la

bancarrota del recuerdo, viene
mi gata en celo y me mira escribir, ser recaudado
por un banco de datos; y después vengo yo, como unas vacaciones

demasiado extendidas.-






Lo especial, lo único, la voz propia: atributos que merecen las cúspides del reconocimiento, la trascendencia: 





Ahora
hay unas promociones en la crepería que incluyen tu nombre
escrito en láser, y una miniatura
de esos encuentros navideños, en una edición
comentada con mensajes de texto.-








Errores de edición: significados. Ir a una embajada para regalar pasaportes falsos. Cambiar las muestras de orina de un chimpancé por las de un jabalí: esperar y refutar los artículos que aparecerán en las revistas científicas.







El escenario se dirige al cowboy


Esto: aunque te vayas despacio del Oeste con
tus estrellitas bobas -en tu cara
una sonrisa cyber; arrastrando ese cactus de luz con ruedas:

sos tan inocente como un sillón
repleto de balas.

Y esto otro: tus ojos, tus lacónicos
dedos de gatillo
pueblan esta calle con el soundtrack
de un videogame: te vas moviendo, y en los cuerpos frente a vos
florecen blancos
y dejás a tu paso una huella
heroica de cartoon: “botellas de cerveza masacradas, al lado
de la ruta, para atraer a los cráneos de
pájaros blanqueándose en pleno mediodía.”

Jim debería estar observando
desde atrás de un acantilado o un carro
de popcorn -cuando empiezan los tiros, aplaudiendo
cansado,

pero sueña ballenas perdidas en alguna otra parte.
¿Y qué pasa conmigo

qué pasa con mi radar y mis coyotes
devolviéndote desde la frontera

que estás siempre intentando cruzar?





El espacio necesario para digerir el presente. Sus contrasentidos, su aparente falta de suelo, la aniquilación cíclica de las ideologías y la permanencia de los revolucionarios por un lado y los libertarios de las mercancías por el otro. Cuando los ciudadanos de peluche salen a las calles para protestar por la desaparición o por la creación de un derecho, dejan que otros, invisibles, recojan sus consignas y laven sus grafitis. Nada que produzca imágenes puede ser tu enemigo. La industria del entretenimiento y de la filosofía sacaron bastantes utilidades de ese slogan. La distancia entre lo que ves y lo que puedes deducir. En esto el deporte lleva una desventaja frente a la política. Los resultados no pueden manipularse ni modificarse a través de las declaraciones. Si un equipo de fútbol es rebasado, poco de lo dicho por los protagonistas cambia la realidad. Pero en política los hechos no importan, lo sobresaliente es la imagen: un presidente sonríe frente a los malos tiempos y asegura que a pesar de la peor devaluación de la historia, la situación se puede sobrellevar con la amistad y el patriotismo. Muestra fotográfica de las catástrofes del siglo.





“Soy despiadado” les dijo a las bolsas de harina del galpón
antes de que el Schnauzer le atravesara la mejilla
con los dientes: lo arreó la abuela
entre dos hileras de abetos que con los años se convertirían
en su cordón de seguridad, con raíces que luego serían
la confianza en sus intérpretes armenios, bajo nubes
que nunca dejarían de ser nubes, hasta la casa
del profesor de canto. Había polillas, ramos de
coliflor, trampas para nutrias y un par de remos despintados en la 
cocina, como un cuento de ogros
arruinado por el azar entrópico.
“Allí entendí que curarse sólo es estar listo
para la venganza”. Le pusieron laurel
para cicatrizar mientras Tarek se cebaba con las
espinillas, escupiendo maldiciones aún no conocidas. Aquí se ve
la marca, a mitad de camino
entre la muela del juicio y el incisivo superior derecho.




Cristobo: un fanático del scrabble en el que solo está permitido formar palabras con regiones que dejaron de existir. Ilusiones: las ciudades modernas no desaparecerán, en las historias postapocalípticas alguien pasea entre rascacielos intactos. Ilusiones: Chernóbil: propaganda contra los sóviets. Ilusiones: Nueva York es la Nueva Jerusalén. Ciencia Ficción: nombrar a las ciudades humanas en el otros planetas: Nueva Hiroshima, Nueva Nagasaki. El reinicio como síntoma del movimiento: la posibilidad de reseatear nuestra individualidad: como esas personas que un día se despiertan y no saben quiénes son y viajan miles de kilómetros para hallar un nuevo hogar, adquirir otro nombre, otras habilidades, trabajos, familias. Las versiones inacabables de la Hija del pastizal. En el bolsillo conservar los diagnósticos y los números ganadores de la lotería en las islas del Atlántico. Flujos e intermitencias. Los ruidos y presencias inesperados en una transmisión en vivo. Los mensajes de un astronauta olvidado en un satélite desde 1993. Las bromas de los guionistas de cine mudo que no fueron posibles por las limitaciones técnicas. 






Dos gordos en apuros

Empantanados, con los inspectores
fiscales bailándoles alrededor y perdiendo
popularidad entre los vecinos desde el
“tortugagate”, mis padres
se plantearon la posibilidad de una tragedia
sobre la cría de asnos y la carpintería. En el ático, me gustaba pintar
a esos dos tecnócratas en el amanecer
de algún parque acuático, flotando
como un par de islas blancas y desconocidas. Pero
cada día los oía jadear en mi cuenta bancaria, asfi xiando
mis pretensiones sindicales.

Escondidos detrás de nuestras herramientas
de bricolage, mi mujer
y yo, cavamos
cada vez más profundo. Cada uno
ha aplicado semanalmente una terapia experimental
sobre el otro, interrumpidos sólo por los sonidos

de un éxito deportivo en la distancia.-







La escritura como un reverso de la información, de la estadística. Nueve de cada cien mil personas prefieren golpearse las rodillas que el cráneo. Un primo a los doce años desarrolló una mutación genética que hizo que sus dientes crecieran terriblemente y la columna vertebral desarrollara huesos donde no debería desarrollarlos, un padecimiento que sufren dos de cada noventa millones de personas. La celebridad: una pastilla que podría pudrirte los riñones o hacer que tu vista mejore un 5%. 







Otro trimestre de éxitos comerciales

Minutos antes de la cumbre, fingimos ser
un cuestionario de visibilidad, una
orden de desalojo escrita con el índice
lleno de crema
sobre toda la cara, y juramos oírnos respirar como en una risa
pregrabada. Y luego, en

el mismo sketch, pero en la siguiente
temporada, agregamos
el paisaje de una central atómica, y más humor: “los desahuciados
pueden ser un blindaje térmico durante una semana
o dos” Así fue: y

crecimos, en el TGV
de nuestro electorado, escribiendo Cómo
recibir una cadena de iglús en adopción y éxitos
similares; impulsando
este cardumen, también bajo legislación boreal y luna
llena, mirándonos sonreír en el estanque. Y también
así, mientras
desayunábamos, nos regalamos el hexagrama
de las apropiaciones relleno de licor y mousse, con un
jadeo de felicidad, en una
delicatessen lingüística. Aunque pensar
no sea eso, nos mantenemos
en un espacio seco y fresco, casi

al vacío.-





Una de las posibilidades del movimiento: el retorno. Ahí está el yak enfermo que delira de fiebre. Referencias a la belleza del tiro que terminó en la cabeza de Kennedy. Adjetivos de la extrañeza. Lengua extranjera. My tailor is rich. Los ensayos sobre poesía: métodos de aprenda fácil y sin esfuerzos los balbuceos y onomatopeyas de un idioma que se hablará con fluidez dentro de nueve siglos. Indicaciones para encontrar tesoros: llegas al volcán, caminas nueve pasos a la derecha de la palmera de goma y ahí encontrarás la caja de pizza. Cámaras de vigilancia del poema: testamentos apócrifos. Me gustaría llevar un disfraz el día que muera: La señora del leño. La escritura: enormes campos magnéticos y refrigeradores a la mitad de tu autopista favorita. La lectura: bar portátil. Biblioteca con cien mil ejemplares de la Historia Inservible. Soundtrack imaginario. Indagaciones del que se exilia y el nacimiento de su heroicidad. Actividades humanas fuera del catálogo. Multitud de mafias y sus métodos específicos de tortura. Accidentes: los niños que han matado a alguien mientras juegan. También la insistencia de un paisaje, la teoría contemporánea de las ideas. 








Déficit


Sucederá en verano, antes de que fermente
la experiencia para comprenderlo: vas a ver una pista
de patinaje vacía, y un guante caído sobre el hielo,
y vas a pensar que esa era mi idea
del amor. Será de noche, tu madre
y yo estaremos viendo un documental
de tortugas marinas: vas a llegar
criticando ese gusto nuestro por un mundo
extinguido, haciendo chistes fáciles, y te vas a encerrar,

con un humor de perros, a buscar este poema.-



    

Biografía: afán antropófago. Rutas. Rutas. Rutas. Rutas. "La fuga de los estados tediosos. Contra las esclerosis urbanas. Contra los Conservatorios y el tedio especulativo." 






A veces dice que lo había aprendido todo
con los vendedores de enciclopedias: cómo entrar
a los bloques del suburbio citando a un funcionario
del Ministerio, dividir la cifra en cientos de horas
hasta que fuera ridícula, acampar en las cafeterías durante
días, etc. Cuenta que se juntaban en una oficina del centro
decorada por los precursores del positivismo comercial:

habla sobre Toni, que antes de cada timbrazo le daba un beso
a su billetera, y sobre los otros. Dice
que tenían secretos, pero no sabe cuáles;
habían preparado sus confesiones
de antemano, de modo que no servía extorsionarlos,

torturarlos, ni fingir amistad.








Inteligencia: malentendido de errores. La capacidad de resistirse en los concursos de preguntas y respuestas de la tele. Genios suicidas del golf. Música que termina en los basurales. 










Programación de noviembre

Ese mes tuvimos muchísimas ideas. Octubre había sido
récord en despidos y separaciones
y ahora se desataba un ingenio imbatible:
cada día me esperaba alguien en el escritorio, chicos
que parecían salidos de un concurso de twist, con una explosión
de Red Bull en las pupilas y carpetas naranjas
donde se leía: “La expedición de Krank”, o
“Fuga en el restaurante persa”, o “Meteorología
para niños”. Paralelamente, mi desinterés por la creatividad
fue creciendo con mis vagabundeos al final de la tarde.
Una vez llegué hasta un río congelado, pasados los últimos barrios
del oeste —y pensé que podríamos
encontrarnos. ¿Me ibas a reprochar algo?
Hace años le habías dicho a mi madre
que estaba criando delincuentes:
viví con miedo de que la profecía se cumpliese, convencido
de que cualquiera de mis pasiones podía
causar una catástrofe bursátil. Así aprendí
a no desear, mirando a esos adolescentes de camisas a cuadros
vaciar sus rifl es de aire comprimido contra una lata, como
si la amistad fuese un suburbio de Londres, y la fama,

una pestaña helada entrando en nuestras vidas.-








Miniaturas. Postales de la inestabilidad del tiempo. 








Una forma increíble de hacerse rico

Primero, cuando llegamos hasta la curva después
de las torres de alta tensión y vimos esos cinco
o seis ciervos brillando en la oscuridad,
pudimos creer que aquello era el
futuro y pudimos hablar de eso
toda la noche:
de la potencia lumínica de cada uno, —intensificándose
en las pezuñas— de la similitud con el holograma
de alguna banda nórdica, y de lo insustancial de la
revelación. Horas más tarde volvía
a amanecer, y nos acurrucamos en los asientos
contemplando una planicie infinita, abierta
frente a la carretera bíblica —y entonces: ¿eso era otra vez
el presente? ¿Colocar una musiquita
pegadiza sobre la resolución del juzgado
y tararearla con un ojo en el retrovisor? Parecía imposible
envejecer así, desplazándonos envueltos
en una nube de tierra y ruidos de guijarros
contra el chasis, acumulando siempre

el estigma de la respiración al fondo del relato.-







Escritura: un par de vendedores inmobilarios. Aduanas. Resistencia. 






Dejando atrás las últimas franquicias de oxígeno,
avistamos un puesto de frontera. Eso era una casucha,
cincuenta o sesenta acuarelas escondidas en el ático y comida
de perros. Es decir: un oasis políglota al cuidado
de un sordo que saludaba agitando cancioneros tiroleses.
Un manantial de humanismo,
metonímicamente hablando.- 







Pronto comercializarán "autorretratos" redactados por publicistas y estudiantes de historia del arte. Habrá luchas con insectos, catástrofes nucleares, citas y homenajes al cine independiente. 






“Antes del accidente
había comenzado a preocuparse
por su relación con los vecinos”. Para eso
habría que considerar varios elementos: piercings, modelos
de coches, supermercados más próximos,
ferias municipales, etc.

Sospecharon que tendría una bolsa
llena de barbas y bigotes falsos. Que pasaría horas
leyendo guías de teléfonos. Que habría
manufacturado millones de pastillas en un laboratorio.

Cuando lo saludan justo salía con la motosierra.







Rumores, vidas imaginarias, datos que aparecen en tu cartilla de vacunación.






Depredadores


Estamos en una habitación repleta de ecuaciones
sobre la estepa. Uno de nosotros está apoyado en la que dice
x = pensar en mí como parte del problema.
Uno de nosotros tiene asma, y eso también
ha quedado demostrado.

Pero recuerda
lo que dijo antes: No era yo; era el ruido de una aspiradora
en un cuarto vacío,
o eran los tatuajes de un surfista quemado por la bruma.
Como mucho, era el amor
desacelerándose y una plaga en el contenedor de maíz.

Con sucesos así, no es de extrañar que acabemos siempre
en el mismo número de lucha libre,
con nuestras máscaras verdes
y las calzas doradas, en una reconciliación
diferente. En la última no parecíamos felices dijo
alguien desde su reposera,
detrás de un panel con dibujos de árboles finlandeses,
mientras los estorninos invadían los corredores del hotel

y al fondo se veía la piscina.-







La ruta de la tos: 2006-2016.Guía para un recién llegado al planeta. Propaganda vacacional de las estepas. Los pensamientos de alguien que sufrió conmoción cerebral. Líneas para un tatuaje en el cuello. Los pretextos del salvavidas para no dejarte nadar en la piscina. La descripción de un trío mhm. Falla biológica. Chiste que incluye jabalíes y motocicletas. Origami. Novelita psicoanalítica. Un supermercado donde la cajera luego de cuarenta años nos pregunta: "¿Encontró lo que buscaba?" Un regalo familiar que se renueva cada 120 segundos. Presentación Power Point. Teoría cromática del aburrimiento. Lista de las playas que debes visitar si sufres  de la tiroides. Coreografías con barómetros. 






Cuando tenía nueve años mi hermana mayor me convenció de que recubriera con celofán la cama de nuestros padres. Después me dijo que tenía que comer un pack de yogures del modo más asqueroso que pudiera y me grabó mientras reptaba por la cama, las manos y las rodillas húmedas, la cara manchada por la textura grumosa. Alentado por sus risitas, comencé a lamer el celofán mientras emitía una suerte de gruñido. Fue un momento obsceno y una tarde hermosa.






Documentos. Interferencias. Niños que no deletrearán Perestroika. Niños que saben que la NASA fue una campaña publicitaria de la compañía de alimentos para perros Laika. Generaciones que piensan que la perfección de la Comaneci se terminó con Nassar. Millones de niños que nacimos fuera de los imperios y creemos que China es un hombre que el futuro fue un hombre que rompe un jarrón de la dinastía Han. Niños que vieron como sus padres se convirtieron en montadores de perros. 





El fin de una pesadilla recurrente

Quisiera decir que cada noche me camuflo
bajo una forma nueva, y mi hijo me visita
para destruirme. Si ahora soy un perchero, y no puedo
moverme, lo veo acercarse con alcohol
y fósforos. Siempre parece
una escena navideña, pero me despierto agotado.

Una vez, soñé que le contaba estas pesadillas
a mi jefe. Doblaba la camisa sobre el escritorio, los
pantalones, y nos sentábamos
en el despacho a contemplar la luna. Tenía
el vello rojizo, como las orugas de las azaleas. Ese día
nos acostamos juntos, sobre la alfombra, mientras
la fotocopiadora proyectaba destellos de luz en el techo.

Tres veces a la semana estoy en una playa
solo con mi gin tonic, leyendo
el expediente de mi divorcio
cuando el coche se atasca entre los médanos,

y no tengo cupones, y alrededor todo se va eclipsando.-













Aníbal Cristobo.
La ruta de la tos.
Ay, del seis. 












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