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a oscuras, y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
San Juan de la Cruz
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En una noche oscura
seis cajas de libros, un vestido, la máquina
de escribir con ansias, en amores inflamada.
Mi madre gritando en la escalera, mis hermanos
los pelos arrancados
¡que no lo sepa nadie!
¡oh dichosa ventura!
una mujer sola, en Lima, qué dirán
salí sin ser notada
qué dirán: puta en cierne
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa
en secreto que nadie me veía
en un taxi negro hacia otra habitación
sin otra luz que mi rabia por vivir
y escribir lo que viviera
y esas clases que dictar ajustándome a la lengua
lo que en el corazón ardía:
una mujer sola, en Lima, qué dirán.
qué dira, puta en cierne.
Puta con burdel tapizado de libros,
mi cama de combate con tantas palabras que poner
y enderezar
el poema en mi cuello
y todos mis sentidos suspendidos.
Todos no, que allí tuve yo los ojos para verte
de lejos la cabeza, tu adelantada frente
oh noche que guiaste la habitación al lado
oh noche amable más que la alborada
hombros bravos de toro, suaves ojos de toro
oh noche que juntaste
su risa con la mía, su leche en mi café
amado con amada
y el beso en el abismo, los círculos de fuego
amada en el amado transormada.
Quedéme y olvidéme
el rostro recliné sobre ti
el rostro, el vientre, los muslos...
Cesó todo y dejéme
dejando mi cuidado, el llanto del domingo
la honra de mi casa
todo
entre las azucenas olvidado.
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