padre, yo me espanto
de estar preso en mi cuerpo, el condenado
umbral, perfecto, este retorno, padre
eternamente en viaje y muerto, por las cuatro
estaciones y la suerte
echada de los hombres, los hijos
obedientes de la especie, padre,
los muertos venideros. ¿quién es
este huésped en mi cuerpo? estos años,
¿de quién son prisioneros en las venas?
¿qué hago, padre, con mi espanto
a cuestas, y mis días
en los días implacables de los hombres?
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